El objetivo global ha sido analizar los programas que han definido la televisión española entre 1990 y 2010. A la vez, se sitúan en su marco político y cultural para valorar su influencia y repercusión en la sociedad de entonces.
El objetivo global ha sido analizar los programas que han definido la televisión española entre 1990 y 2010. A la vez, se sitúan en su marco político y cultural para valorar su influencia y repercusión en la sociedad de entonces.
La hipótesis de partida es que la televisión protagonizó, y a la vez reflejó, un cambio referido inicialmente a los modos de entretenimiento que luego repercutió en otros ámbitos en los veinte años que abarca este estudio. Se pasa en ellos de concebir la acción política, social y cultural como una posibilidad de innovación a consolidar el germen de actitudes críticas ante el pasado democrático reciente. Este punto de inicio se ciñe inicialmente al análisis de la evolución de los programas y de la programación televisiva, porque el consumo de televisión es una constante creciente durante estos años, lo que incrementa aún más su capacidad de influir en los españoles por el carácter de normalidad que confiere a lo que presenta en las pantallas. En ese sentido se plantea que existen tantas modalidades de normalidad como cadenas y cada una fue capaz de presentar e imponer una fórmula a través de los programas y de la programación.
La amplitud de los materiales, el enfoque mismo del proyecto y el carácter multidisciplinar de los objetivos han requerido una acción coordinada de los tres proyectos (UCM, UNIR y UA). Esta coordinación ha permitido situar los resultados de cada equipo en un contexto más general e integrado, además de aunar y aprovechar la experiencia previa de cada equipo.
El proyecto ha abordado en concreto los siguientes objetivos referidos al periodo 1990-2010 en las cadenas en abierto de ámbito estatal TVE1, TVE2, Antena 3, Telecinco, Cuatro, La Sexta:
Nadie discute la importancia social de la televisión pública. La cuestión es si los organismos públicos de Radiodifusión deben prestar más atención a las audiencias, aunque esto inevitablemente conlleve una disminución de la calidad; o si deben centrarse en una programación de calidad, aunque signifique que su audiencia se reduzca en los próximos años. No existe una investigación que analice el rol desempeñado por RTVE, a lo largo de estos veinte años, en relación con las cadenas generalistas. Este proyecto lo ha hecho porque resulta imprescindible para examinar las diferentes políticas de comunicación y su incidencia en la función social de este medio de comunicación.
La programación constituye uno de los núcleos básicos de los estudios sobre televisión, porque representa la herramienta que gestiona y determina la naturaleza de cada cadena de televisión. Se ha demostrado que las cadenas ofrecen una programación muy similar presentándose pocas alternativas a las audiencias. En España se ha analizado la presencia de géneros televisivos, como series o documentales, incluso las tendencias en programación. Pero el estudio de la programación en España, a lo largo de estos años, teniendo en cuenta todas sus franjas horarias, y todas las cadenas de televisión de ámbito nacional, no ha sido tratado. La bibliografía demuestra además que las explicaciones sociológicas, históricas y relacionadas con la industria son necesarias para comprender las estrategias de programación como un fenómeno global. En concreto, se ha analizado la programación de TVE1, la 2, Telecinco, Antena 3, Canal + (emisiones en abierto), Cuatro y La Sexta.
Otro de los elementos que se tienen en cuenta son los programas de televisión y su evolución durante los 20 años que se han analizado. Este estudio de programaciones y programas pretende ir más allá de la enumeración de audiencias y programas. Unas y otros, articulados en una programación, conforman elementos fundamentales de la vida y de los valores de los españoles, que las diversas programaciones reflejan (en alguna medida) e impulsan en determinado sentido (en otras) de la última década del siglo XX y la primera del XXI. Por estas razones, éste es un proyecto de historia cultural del pasado inmediato. Igualmente, es patente la influencia de la televisión en la vida pública española en los procesos electorales, pero también en la orientación de la agenda y en la difusión de marcos interpretativos de la actualidad y de la “realidad” en general. Eso la convierte en protagonista de la configuración de la memoria de las generaciones actuales. Pero la influencia de la televisión es mayor, si cabe, en la programación de entretenimiento. Series de producción propia y ajena, nacionales e internacionales, concursos y espectáculos, difunden valores, nociones de éxito y fracaso, valoración de las acciones, etc. Por otra parte, las retransmisiones de eventos facilitan la construcción de identidades, la integración en comunidades, etc. En la misma línea actúan las retransmisiones de eventos “únicos” (bodas, funerales, coronaciones, etc. de personalidades destacadas, por ejemplo) o ritos de regularidad anual que se consideran fundamentales para la cultura propia o el estado: fiestas “patrias” (desfiles, entregas de premios relevantes, celebraciones oficiales, etc.). Este sucinto elenco del protagonismo televisivo constituye ya un muestrario de su importancia en ámbitos muy distintos del vivir de los españoles, y –por lo tanto- de nuestra cultura popular.
LÍNEAS DE TRABAJO